Viento del Otoño

Es la brisa del otoño, fuerte y resonante
El que acaricia mi corazón apasionado
Y sólo se necesita de una simple ventisca
Para que en mi alma nazca un vendaval

El céfiro del otoño, me trae recuerdos
Recuerdos que solo tú alegrabas
Pero ahora que no estás, ese simple pulso
Se transforma en taquicardia

Recuerdo aquella arboleda en otoño
Estabas ahí, sentada, mirando al suelo
El viento me hablo de ti, de tu aroma
Destinados estábamos, por aquel levante

Ese momento lo inmortalicé en mí ser
El hálito del otoño me lo trajo
Tu amor me acaricio la mejilla
Que en aquel entonces, era como el viento

Mi vida cambio en aquel instante
Me miraste, tus ojos, tu postura
Todo me enamoró, todo de ti
Y ya nada más puedo hacer

Tu cortesía, tu cuerpo, tu ser
Tu sonrisa, tus palabras, tu madures
Observabas con cautela, precisa
¿Acaso algo escapaba de lo que ves?

Pero no todo es color de rosa
No todo es felicidad
Aunque suena penoso
Mis sentimientos cayeron a un foso

Debías partir, lejos de mí
Lancé largas plegarias, lamentos
Una infinidad de sufrimientos
Mas, el milagro se me iba de las manos

Te fuiste, el viento fue injusto
¿Que cruel acción hizo el aire
Para causarme todo esto?
Tus últimas palabras: Lo siento

Ahora, en esta playa, la corriente sopla
Y es otoño, otra vez
El otoño se convierte en tortura
Y estoy solo, otra vez


Poema para concurso "Poesía y Literatura Colegio Nuestra Señora de Andacollo"
Segundo Lugar

sábado, 24 de abril de 2010 en 19:16 , 1 Comment

En un muelle, pienso cosas, en personas, y en tu persona...


Nick suele hacer eso todos los días.
"Hace un par de años, me enamoré de una chica. Ella era totalmente distinta al resto, y estaba sola siempre, pero no se que me hizo, me enredó en sus redes y me gustó. Increíblemente, decidí conversar con ella y fue muy gentil. Digamos que era sutil, agraciada y si me tomaba atención. Era todo tan ideal, y se notaba que yo le gustaba... pero nunca hicimos nada... yo, indeciso, jamás le exprese mis sentimientos... hasta que me enteré de que ella estaba saliendo con un tipo... fue denigrante, sufrí mucho, me había apasionado por ella y al final, perdi..."


Caminando por el muelle, llego a una taberna. Había una chica sentada en una mesa. Ella le hizo señas de que se sentase con ella, y el asintió. Conversaron mucho tiempo. Y así fue todos los días. El iba al bar a tomarse un café, y estaba ella. Hubo química, se comenzaron a gustar. Nick la llevó al muelle. Se confesaron mutuamente. Pero algo ocurría en Nick. Tenía miedo, estaba inseguro.

La chica se fue, y el se sentó en el muelle...
Vuelves a cometer el mismo error otra vez Nick... ¿Acaso la dejarás ir? ¿Así como ocurrió aquella vez?


Nick se levantó, y fue donde la chica.
- Mis sentimientos por ti son muy fuertes... quiero que seas mi novia - dijo Nick
La chica se sonrojó
- Encantada - Respondió

sábado, 17 de abril de 2010 en 20:37 , 0 Comments

Presente Trizado


Erase la historia de un tipo llamado Kurt. Solía llevar una vida extraña, leía mucho libros, se culturizaba bastante, y todos le recalcaban que era diferente al resto. El por su parte, hacía caso omiso a todo.
Un día, caminando por los rincones de su ciudad, descubrió una plazoleta donde había muchos bancos, pero todos estaban ocupados. Exceptuando uno, que estaba medianamente ocupado, puesto que había una mujer sentada, leyendo un libro.
- ¿Puedo sentarme aquí? - Dijo Kurt. Siempre había sido tímido, pero la vida le había enseñado a pedir favores de manera decente.
- Claro - Dijo la chica. Kurt y ella leían, hasta que Kurt rompió el silencio.
- ¿Sabes? Me siento incomodo no hablando con alguien que está sentado al lado mio.
- Hahaha, que extraño...¿sabes?...yo te diría que...-
y así comenzó todo. Al final del día, la chica le pregunto:
- ¿Vendrás mañana? - Kurt asumió que si. Al día siguiente fueron conversando cada vez más, en su banco, que era solo de ellos. Al cabo de unos meses, la chica dijo:
- Tengo algo que decirte Kurt... bueno, pensé que serías como todos los demás hombres...-
- Espera! Debo yo decirte algo. Me gustas, mucho. Si no es reciproco, por favor, ignora lo que te dije... -
- Tu también me gustas, Kurt - en aquel momento hubo una especie de suspensión. Hablaron de más cosas hasta que ella se fue. Kurt se sentía muy feliz por aquello.

Pero algo extraño empezó a ocurrir. Ella ya no iba a aquel banco. Kurt la esperaba pacientemente todos los días, a veces la veía, pero la chica lo ignoraba.

- Así que, volvemos otra vez a lo de antes - Dijo Kurt abriendo el libro "Un Presente Trizado"

Digamos que, su presente se trizó, al momento en que... ella, que según ella misma le gustaba, comenzase a ignorarlo...

viernes, 16 de abril de 2010 en 17:59 , 0 Comments

Casos Reales II


Me contaron que, una vez, alguien muy temeroso de 14 años que iba en mi colegio, decidió irse solo en micro-bus a su casa. Al llegar al paradero, eran las 7:30PM de la tarde. Ya estaba oscuro, así como que no se ve nada. Solo un pequeño farol iluminaba el paradero.

De seco, dos tipos llegaron a intimidar a este niño, y lo intentaron asaltar. Al verse en minoría, el niño saco su billetera, pero, de alguna forma, se la tiro a un asaltante en su cara. Éste se enfureció y comenzó a perseguirlo. Por suerte, el niño los perdió, pero, un par de metros más allá, divisó una vara de acero, fuerte y resistente. De alguna forma, el niño se armo de valor, tomo la vara y se devolvió donde los asaltantes. Estos, se acercaron al niño, pero éste estaba armado. El niño impacto a un asaltante con el fierro en su cara y lo boto al suelo, el otro asaltante intento herirlo, pero el niño lo golpeo con el fierro en una pierna y luego en el torso. Ambos asaltantes se levantaron, y huyeron del lugar.

Desde aquel día, el niño no tuvo más miedo a salir solo por la calle, sabía que podía defenderse, y que solo le faltaba seguridad para continuar su larga travesía llamada vida.

¿Por que no aprendemos de éste niño y vencemos nuestros miedos?

domingo, 11 de abril de 2010 en 16:21 , 0 Comments

Palabras al Viento


Fui invitado a un viaje de verano, típico de aquellos a los que vas a la playa, te bañas en el mar y esas cosas comunes. En cierta medida, no quería ir, algo me aferraba a mi casa, mis quehaceres, mi vida. Pero al final tuve que ir por qué los pasajes ya estaban listos, y nada más podía hacer.

Llegue a mi cabaña exhausto, el vuelo había sido, no tan largo, sino que aburrido. Baje a la playa con la intención de mirar el mar y a un par de kilómetros de donde estaba, se divisaba una roca alta de color plomo, que sobresalia de la playa. Al encontrarla tan interesante fui hacía allá.

Al llegar, la vi impetuosa, imponente sobre el mar y la playa que se divisaba a lo lejos. La escalé y al llegar a la cima, divise todo el horizonte. El viento soplaba muy fuerte. Aquí fue donde comencé a recordar, el porque no quería irme e mi casa. Era por qué, estaba esa mujer que me gustaba, solo ella, en mi hogar estaba la comunicación con ella, las visitas, las palabras para pensar y las conversaciones con una taza de café en mi escritorio. Todo era tan hermoso, por eso no quería ir a aquel viaje, pero ya me había dado cuenta... me gustaba. Quería decírselo de cualquier forma, el viento soplaba, estábamos solo el viento y yo.

- Viento, tu que puedes alcanzarla, dile que no me olvide, que me gusta mucho, que mi corazón late más rápido cuando pienso en ella, que no hablar con ella por unos cuantos días es tormentoso. Dile por favor, que se recuerde de mi, que por favor no me olvide, que por algo la conocí, por algo conversamos, por algo fuimos volviéndonos cercanos, y que todo esto puede seguir... ¡dile que la amo! -

En un movimiento, que a mi parecer fue impresionante, soplo una ventisca fuerte hacía el este, hacía la cuidad, hacía adonde estaba ella.

- Es como si... el viento, el aire, me hubiese contestado...-
Si... lo hare con el mayor placer...dijo el viento

sábado, 10 de abril de 2010 en 10:27 , 1 Comment

Delirios de un Enamorado II


¿Te has sentido así? Yo creo que no. Todos los días me despierto, y lo primero que observo es tu fotografía. Eso me da la alegría, de que te volveré a ver una vez más, te estrecharé, sentiré tus latidos junto a los míos, y cerraré los ojos, por que aquel momento será mi máxima paz. Salgo de mi casa al trabajo, y respiro, por que se que este aire también lo respiras tú, y compartes mi espacio, mi aire, mis alientos y desalientos, mi alma y mi corazón.
Llego al trabajo, y no pienso en ti, por qué si pienso en ti en el trabajo, estaría despedido hace mucho. Termino mi jornada laborar y enciendo mi reproductor de música portable y cada canción que esboza una frase, una melodía romántica, te hace llegar a mi como un disparo al cerebro, sin dolor y fulminante. Me creerás un obsesionado, pero no creo que lo sea. Estos sentimientos, nadie los sabe, solo yo, por que demostrarlos sería muy penoso; no necesito demostrarlos para sentirlos.

Pero ahora no he sabido de ti, de tu paradero, solo se que estás en algún lugar ¿acaso mi amor morirá? Lo se... esta predica de palabras son, nada más, que un delirio, nadie ha comprobado al existencia de mis sentimientos, excepto por el "gustar"... son Delirios de mi, un enamorado.

martes, 6 de abril de 2010 en 17:55 , 0 Comments

Promesas


"Eramos niños pequeños, en la colina que me llevabas siempre después de salir de la escuela elemental. Recordabas que amaba el atardecer, Julian, recuerdo que teníamos 7 años cada uno, y de cierta forma, nuestro amor era tan puro e inocente. Nuestros caminos se juntaron, vivimos esa niñez tan cálida juntos, hasta que aquella tarde dijiste:
- Eh Natalia... ¿quisieras estar conmigo... para siempre? - Titubee en un principio, por que tus ojos penetrantes, llenos de ese sentimiento que me llenaba, estaban posados sobre mi.
- Si, me gustaría estar contigo por toda la eternidad - Dije. En ese momento nos dimos un beso inocente, y nos tomamos de las manos en ese atardecer.
Dos meses más tarde, partiste de la ciudad. Yo lloré, y sufrí, por que escuche de malas lenguas, que ibas a encontrarte con alguien allá, a tu corta edad. Así que en ese instante, decidí llevar mi propia vida."


Han pasado muchos años, 13 años para ser exactos, el destino me despojo y estoy nuevamente sola... pero, cuando voy camino a mi casa, al otro costado de la calle estabas tú, Julian. Converse con tus cercanos y me dijeron que te estafaron, en la otra ciudad, y quedaste desamparado. Tu novia, también te abandono.
Algo me causo satisfacción, sabía que estabas solo y yo igual. Una atracción, como si aquella promesa de 13 años atrás me atrajese a ti como un imán a otro imán. Te hable, y tu me hablaste. El tiempo volaba en nuestras conversaciones... hasta que dijiste:
- La promesa, no la he olvidado - dijiste. Volví a titubear, pero ahora era distinto.
- Yo también - De cierta forma, éste sueño se volvía a aferrar a mi. - A pesar de que tengo miedo, ¿te gustaría... volverlo a intentar? - Dijiste. Sabías que tenía miedo, igual que tu.
- Si - dije, y en aquel momento, mi mundo blanco y negro, aquel que viví por 13 años, se tornaba de múltiples colores, una vez más.
Aun dudaba, lo se, pero quería revivirlo una vez más, esa tranquilidad que me entregabas...

domingo, 4 de abril de 2010 en 17:27 , 1 Comment

El puente de los milagros


Un chico de nombre Seth estaba solitariamente en una isla, fuera del continente en donde toda la gente vivía y hacia su vida normalmente. Él vivía solo, encargaba comida por correspondencia marítima y dormía en una casa que él mismo había construido. Esta casa tenía todo lo necesario para vivir, teléfono, luz, gas, agua potable, etc. Un día, por error, indagaba en las cercanas de otras islas y diviso una que lo cautivo. En aquella isla vivía una chica de nombre Amanda. Ambos conectaron de una manera extraña.

Al cabo de varios días de mirarse, Seth encargo madera para hacer un puente entre la isla de él y la de Amanda... y así comenzó a construirlo, cada día que podía, colocaba varios tablones y los aseguraba bien. Labraba con mucho ahínco y hasta en las noches trabajaba, pero le avergonzaba por qué en las noches, Amanda salía a ver como trabajaba.

Después de llevar varios kilómetros, fue a descansar, pero no paraba de pensar en continuar el puente para así estar con Amanda. Pero, sin que Seth lo notara, Amanda también empezó a construir parte del puente desde su isla, para conectarlo con el que Seth ya estaba haciendo. Después de volver del descanso, Seth se sorprendió al ver que Amanda estaba construyendo, y él comenzó a construir también, hasta que estuvieron a unos 3 tablones de distancia.

- Nunca creí que conocería a alguien tan hermoso de esta forma - dijo Seth
- Yo tampoco - dijo Amanda. En sus manos había 3 tablones.
- Vamos... si terminas con esos 3 tablones, haremos este milagro, que, aunque no te vea siempre, lo deseo con todo mi corazón - dijo Seth

En ese momento, Amanda le sonrió, de la forma más sentimental posible... como diciéndole... si, los haré en seguida...


Entre una persona y otra hay un gran puente. Quizás puede haber temor, necesitas valor para cruzar, puede que haya obstáculos, pero si uno quiere, lo puede cruzar. Yo camino lentamente a través de ese puente, y un día no muy lejano, llegaré a la otra orilla...Cruza conmigo...

sábado, 3 de abril de 2010 en 19:33 , 0 Comments

Atardecer


Eran las 6:45 de la tarde, y Cheryl había citado a Nick a la azotea de su colegio. Nick llego al momento en que el sol estaba en el ocaso. Alli, de espaldas al él, estaba Cheryl. Ella al notar su presencia se dio vuelta...

- Te estaba esperando... tengo algo muy importante que decirte - dijo la mujer
- Ahm... que es? - dijo Nick, suponiendo cosas y algo nervioso
- Bueno, desde hace un tiempo, no he parado de pensar en ti, en como eres conmigo y con los demás... esto fue evolucionando y ahora... -
- Ahora? - dijo Nick
- Me gustas - Cheryl lo miró a los ojos, sonrojándose
- Tu... también me gustas... mucho, más de lo que te imaginas - dijo Nick
Se miraron durante mucho tiempo, como si las manecillas del reloj se hubiesen detenido.
- Pero, yo, ya no te volveré a hablar - dijo Cheryl - Me voy de la ciudad mañana por la mañana
- Ah! - dijo Nick. En ese instante Cheryl salio corriendo y Nick comenzó a llorar. El primer amor de Nick, se le iba de las manos...

A la mañana siguiente, Nick se levantó temprano para ir a la casa de Cheryl, pero ella ya no estaba... trató de llamarla, pero su teléfono no contestaba.
- Por que?! Este amor, se me escapa de las manos, como arena?! en ese instante Nick golpeo el suelo, lleno de impotencia...

viernes, 2 de abril de 2010 en 18:36 , 0 Comments